El colesterol alto, sobre todo el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidente cerebrovascular. El control del colesterol implica análisis de sangre periódicos para controlar los niveles, cambios en el estilo de vida, como una dieta más sana y mayor actividad física, y medicación si es necesario. Las visitas de atención primaria para el control del colesterol incluyen discutir los resultados de las pruebas de colesterol, crear un plan de tratamiento personalizado y supervisar los progresos. Estas visitas son cruciales para prevenir las enfermedades cardiovasculares y mantener la salud general.