La hipertensión, comúnmente conocida como tensión arterial alta, es una enfermedad en la que la fuerza de la sangre contra las paredes arteriales es constantemente demasiado alta. Esto puede provocar graves problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, accidente cerebro vascular e insuficiencia renal. El control de la hipertensión suele implicar cambios en el estilo de vida, como adoptar una dieta más sana, aumentar la actividad física y evitar el tabaco y el exceso de alcohol. También pueden recetarse medicamentos para ayudar a controlar la tensión arterial. Las visitas regulares al médico de atención primaria son cruciales para controlar la tensión arterial, ajustar los planes de tratamiento y prevenir complicaciones. La detección precoz y el tratamiento constante son fundamentales para reducir los riesgos asociados a la hipertensión.